
PANORÁMICAS
¿Israelíes como nazis?
Por Santiago Navajas
¿Israelíes como nazis?
Por Santiago Navajas
El 16 de septiembre de 1982 las falanges cristianas libanesas entraron en los campamentos de refugiados de Sabra y Chatila. Durante dos días violaron, mutilaron y mataron impunemente. Era su venganza por el asesinato, unos días antes, de su líder, Bashir Guemayel. Varios cientos, quizás miles, de vidas musulmanas se cobraron. El ejército israelí, entonces potencia ocupante, habría facilitado y respaldado la operación, que en principio y en teoría estaba destinada a acabar con núcleos de terroristas armados.
La masacre ocasionó una reacción de protesta y rechazo contra los dirigentes políticos que la habían auspiciado por parte de gran parte del pueblo israelí. Se creó una comisión de investigación que depuró responsabilidades, como la del ministro de Defensa, Ariel Sharon, que fue cesado, y se organizó en Tel Aviv la manifestación más grande que se recuerda en el país.
En el Líbano estaba, como soldado del Tsahal, Ari Folman. Años después se dio cuenta de que se le estaban borrando los recuerdos de aquella terrible experiencia. Así que se puso a recopilar testimonios de compañeros para fijar la memoria. Con ellos elaboró este documental, en el que ha empleado la técnica de la animación. Ha sido una terapia a la vez psicológica, por cuanto ha recuperado su pasado, y artística, por lo que la cinta tiene de innovadora. Folman tiene alma de notario pero cuerpo de artista. Y está comprometido con el relato de la verdad bajo el prisma del arte. Con el descubrimiento de la realidad y el entretenimiento del espectador.
Leer critica completa en Libertad Digital
En el Líbano estaba, como soldado del Tsahal, Ari Folman. Años después se dio cuenta de que se le estaban borrando los recuerdos de aquella terrible experiencia. Así que se puso a recopilar testimonios de compañeros para fijar la memoria. Con ellos elaboró este documental, en el que ha empleado la técnica de la animación. Ha sido una terapia a la vez psicológica, por cuanto ha recuperado su pasado, y artística, por lo que la cinta tiene de innovadora. Folman tiene alma de notario pero cuerpo de artista. Y está comprometido con el relato de la verdad bajo el prisma del arte. Con el descubrimiento de la realidad y el entretenimiento del espectador.
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