
Manny (voz de Ray Romano en su versión original) y Ellie (Queen Latifah) van a tener un bebé. Diego (Denis Leary) siente que los años se le vienen encima y decide abandonar la manada. Sid (John Leguizamo) ansía formar su propia familia, atemorizado ante la posibilidad de verse desplazado por sus amigos al aumentar su propio clan… En definitiva: las cosas están cambiando para todos, especialmente cuando unos huevos de Tiranosaurio entran en escena y lo ponen todo patas arriba. “Ice Age: El origen de los dinosaurios” se enfrenta al reto intrínseco que conlleva perpetuar una saga taquillera y exitosa a pesar de no alcanzar las calidades técnicas y artísticas de otras rivales y compañeras ─léase Pixar o DreamWorks Animation─, esto es, aumentar de manera exponencial y progresiva los niveles de espectacularidad, acción y diversión de sus hermanas predecesoras, dificultad potenciada por el hecho de que el entorno en el que desarrollan los acontecimientos no debe repetirse una vez más ante el riesgo de provocar el aburrimiento del palco adulto, responsable final de los resultados económicos de la propuesta al decidir en última instancia qué título disfrutarán en compañía de los pequeños de la casa.
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