E LUCEVAN LE STELLE.... (Y brillaban las estrellas...)
Tosca, fue estrenada el 14 de enero de 1900 en el teatro Costanzi de Roma, y por lo tanto la pregunta sobre a qué siglo pertenece la quinta ópera de Puccini podría suscitar interminables discusiones tanto en sentido cronológico como estético; ópera que expresa a la vez una profunda renovación de la lírica italiana y una línea tersa y continúa entre los siglos XIX y XX.
Tosca está basada en una pieza teatral de Victorien Sardou, estrenada en París en 1887. Sardou la escribió pensando especialmente en Sarah Berhnardt, la actriz más electrizante de la época. La idea de transformar esa pieza de teatro en una ópera surge con toda naturalidad, en primer lugar porque la heroína, Floria Tosca, es una cantante lírica de la época napoleónica. La pieza y la ópera transcurren en junio de 1800, en la fecha de la batalla de Marengo, cuando los republicanos italianos celebraron como una victoria el revés asestado a los ejércitos de Austria y Nápoles por las fuerzas de Napoleón.
En Tosca hay un fondo histórico político, y además amor, erotismo, tortura, traición, fe religiosa y agnosticismo. Tosca es una cantante con comprensibles ataques de divismo, y su amado Cavaradossi es un pintor noble y de ideas liberales que ayuda a escapar de prisión al republicano Angelotti; el triángulo es completado por Scarpia, siniestro jefe de policía que tortura a Cavaradossi y delira por Tosca.